Fernando Alonso elige su mejor carrera en Fórmula 1: "Es difícil recordar una, pero..."

El piloto español Fernando Alonso lleva 22 temporadas dejando hazañas épicas y carreras inolvidables en la Fórmula 1. Entre todos esos momentos imborrables, el asturiano ha sorprendido al elegir cuál es para él su prueba favorita hasta ahora.

"Es difícil recordar una. Una de las mejores quizá sea la de Valencia, pero es más por lo mediático, es la más recordada. Pero hay otras muchas en las que la gente no supo lo que había detrás", arrancó diciendo en una entrevista promocionada por Maaden, uno de los patrocinadores oficiales de Aston Martin.

Al decir eso, Fernando Alonso estaba hablando de Malasia en 2011: "Tenía un problema en el cambio. La caja estaba medio rota, el embrague no funcionaba bien, podía subir de marchas bien, pero bajaban mal durante media carrera".

El asturiano tuvo que hacer frente a ese problema con una serie de maniobras que puede relatar de carrerilla 14 años después. "Llegué a la primera curva, bajé marchas y solo pude poner quinta, en lugar de segunda. Hice la curva, perdí tiempo y en la siguiente ya vi que había un problema", explica.

Alonso demostró su inteligencia para controlar una situación así: "En lugar de desesperarme, lo que hice fue pisar el acelerador mientras bajaba marchas... y conseguí reducir. En la siguiente curva pisé el gas cuatro veces al bajar cuatro marchas... y bajaron".

Entre tanto se interesó por otro posible problema: "Le pregunté al equipo si lo que estaba haciendo estaba bien o mal, porque quizá rompería el cambio en una vuelta. Me dijeron: 'sigue haciéndolo. El cambio estará seguro".

"Lo hice así durante 30 vueltas, frenando y, a la vez, pisando el acelerador cada vez que tenía que bajar una velocidad, siempre sincronizando el golpe de gas con la leva del cambio", añade

La maniobra de Alonso fue tan buena que en Ferrari quedaron alucinados. "Los ingenieros me dijeron que no sabían como había podido llegar a deducir esa solución tan rápido, en 13 o 14 segundos apenas", explica.

El asturiano tenía claro lo que quería hacer: "Odio perder, odio retirarme de una carrera. Voy a intentarlo todo antes de detener el coche y aceptar que no puntuamos. Acabé quinto o algo así (en realidad fue sexto)".

Pocos hablarían de ese día como el mejor de Fernando, pero para él está claro. "Es una carrera completamente anónima, que nadie recuerda. Pero el nivel de energía, de concentración que tuve que poner en esa carrera y el hecho de llegar a una solución inmediata a un problema que nunca habíamos tenido hacen que sea una carrera para recordar".